Las fotografías recientes de Guillermo Srodek-Hart exploran el territorio rural de la provincia de Buenos Aires documentando enigmáticas arquitecturas abandonadas. Con un registro sobrio y, en apariencia, carente de emotividad, las imágenes alumbran las trazas de un sistema productivo que en su progresiva transformación ha dejado una miríada de construcciones silentes a merced de la naturaleza; sólidos volúmenes en los cuales, como sostiene el artista, “la forma sobrevive a la función”.
A diferencia de los trabajos anteriores de este autor, donde todo era abundancia y color, en los actuales predominan la austeridad de las escalas de grises y los paisajes desolados. Ambos coinciden en la paradoja de registrar ambientes marcados por la impronta humana a pesar de la absoluta ausencia de personas; sin embargo, en los primeros hay una vitalidad, una singularidad y un capricho que contrasta con la grave serenidad de los últimos. En unos y otros, el artista extrae el mayor beneficio del tiempo detenido que supone la fotografía, al plasmar escenarios que parecen ajenos a toda temporalidad.
'Instalaciones Rurales' surge de un delicado trabajo de observación que no deja de lado la potencialidad narrativa del registro fotográfico. En sus imágenes apreciamos los vestigios de un modelo industrial en pugna con una naturaleza que reclama la restitución de su reinado. Si bien estas imágenes fueron capturadas poco antes de las cuarentenas globales, su lectura cobra una nueva dimensión en los tiempos pospandémicos que exigen redefinir contratos entre ecología y humanidad.
Rodrigo Alonso